El pasado mes de octubre, Luis Martínez entrevistó a Paul Schrader, director estadounidense que recibió la Espiga de Honor de la Seminci de Valladolid. La Semana Internacional de Cine de Valladolid, en su 58 edición, dedicó un ciclo a este director donde presento su nueva película The Canyons, un filme escrito por Breat Easton Ellis, en el que refleja un autentico homenaje a la historia del cine.
Paul Schrader, es director de cine y autor de guiones magistrales en la décadas de los setenta en Hollywood. Nacido en Michigan el 22 de julio de 1946, fue educado en una estricta familia calvinista y tras ejercer como crítico cinematográfico y ensayista, se convirtió en uno de los mejores guionistas contemporáneos por sus colaboraciones con Martin Scorsese en Taxi Driver, Toro salvaje o La última tentación de Cristo.
Su obra como director esta marcada por la coherencia, las alusiones cinéfilas y un espiritu muy sincero. Siempre ha buscado dirigir historias que captasen interés y que no se hayan hecho antes. Fue poderoso durante bastantes películas, obsesionado en temas como la culpa, la redención, la soledad, situaciones limite, violencia y sexualidad, temas a los que vuelve una y otra vez con personajes masculinos embrutecidos como se percibe en las películas Hardcore, Mishima, American gigoló, Aflicción o The Walter, pero esa inspiración duró hasta los años 90 y desde entonces Schrader no volvió a levantar cabeza.
En la entrevista, el director y guionista estadounidense ha sostenido que el cine ha sufrido un cambio enorme que se nota en las salas y en los festivales, antes estos eran plataformas de lanzamiento y ahora parecen cónclaves para elegidos. Para él “el cine ha dejado de estar en el centro de la cultura” y “llegará el día en que las películas las harán y verán solo máquinas”.
Ahora en 2013 regresa con su nuevo proyecto, The Canyons, escrita por Bret Easton Ellis y protagonizada por Lindsay Lohan y James Deen que aunque tiene algunas ideas buenas Schrader y su equipo no logran ponerlas en marcha, quizás por la mala elección del reparto que no generan la más mínima simpatía. Es un film que busca exaltar ciertos aspectos que rondan la vida de jóvenes aspirantes a actores: dinero, sexo, glamour, drogas, etc. Lo que Schrader nos trae es una reflexión acerca de cómo el cine ha modelado estos personajes hasta convertirlos en arquetipos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario